miércoles, noviembre 23, 2005

Tiendas que venden emociones

Hoy compramos emociones. Ya no satisfacemos necesidades con productos, sino profundos deseos con experiencias

Lo dice Marc Gobé, presidente de
d/g* una de las más prestigiosas empresas de creación de marcas (“branding”) y autor de “Emotional Branding” y “Citizen Brand”.

Y lo vemos en la publicidad: No compramos un perfume, compramos una sensación, un recuerdo de la infancia, una imagen soñada. No compramos un automóvil, compramos libertad, el placer de conducir, la sensación de control...

Las grandes cadenas de tiendas y franquicias hace tiempo que están aplicando esta política. Decoración, servicios adicionales, actos de animación... todo vale para hacer de la compra una experiencia.

Las tiendas más pequeñas también pueden vender emociones:

Vinçon, una tienda española, en Barcelona y Madrid, de muebles y objetos para el hogar consigue con la selección de sus productos, los escaparates, la decoración y su puesta en escena que los clientes salgan del establecimiento con la satisfacción de haber entrado en uno de los templos del diseño moderno. Llevar una bolsa de compras de Vinçon se percibe como sinónimo de modernidad y buen gusto.

Las jugueterías
Imaginarium están en 23 países. Su estrategia y políticas merecerán algún otro post, pero en cuanto a vender emociones a sus consumidores, los niños, lo logran de una forma sencilla y barata: Poner una puerta pequeña, sólo para niños, al lado de la puerta de entrada de las tiendas, y añadir un caramelo en todos los envoltorios de regalo. Basta con esto para añadir una experiencia vital en los niños que hace que recuerden la tienda y pidan a sus padres volver.

Encontrado en: La Vanguardia.es
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