martes, noviembre 22, 2005

El mal servicio no compensa

Se dice que “el prestigio se gana en años y se puede perder en minutos” y que “la fama que se pierde nunca más se recupera”.

Cuando un cliente se disgusta, se convierte en un eficaz y persuasivo instrumento de publicidad negativa.

Hasta hace poco, los clientes quejosos se limitaban a no volver a la tienda y, a lo sumo, a explicar su experiencia a familiares y amigos. Nadie más se enteraba.

Ahora es distinto: en la infosociedad cualquier cliente puede narrar su mala experiencia a todo el mundo. Literalmente. Y su queja se mantiene a lo largo del tiempo, se multiplica en las referencias de otros sitios de internet, y se hace accesible gracias a Google.

Aunque se pueden dar abusos, pues cualquiera puede iniciar una campaña de desprestigio contra una tienda, creo que es bueno para los comerciantes honestos el que los consumidores puedan expresar libremente sus quejas.

Saber que la mala práctica se expondrá publicamente, es un aliciente más para hacer bien las cosas. Identificar a los malos comerciantes es un método duro pero directo de poner en su sitio a quienes con sus acciones desprestigian este sector.

Enlace a una queja : Encantadisimo (La publicación de este enlace no supone que se esté de acuerdo con el contenido del mismo)

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