Añada valor a sus ventas
En casa tenemos un Árbol de Navidad que, lamentablemente, está destinado al compostaje.
El Ayuntamiento de la ciudad donde vivo ha instalado “centros de recepción” donde recoge los árboles para llevarlos a una planta de compostaje. Pero los usuarios debemos acarrearlos hasta allí. Algo que, como cada año, significa desmontar los asientos del automóvil, poner plásticos para no ensuciarlo, cargar con él, transportarlo, descargarlo vigilando no pincharse con las hojas .... Y hacerlo en los días previstos para la recogida, y en el horario fijado.
Se trata de pequeñas incomodidades, pero cuando se tiene la agenda llena por el trabajo, los niños o los amigos, puede suponer un engorro. En mi caso estaría dispuesto a pagar una cantidad razonable para que alguien viniese a mi casa y se lo llevase.
Lo curioso es que el árbol lo compré en una floristería, que me lo trajo a casa y me lo puso en su sitio. Incluso hubiese podido pedir que me lo trajeran adornado, pero eso hubiese privado de diversión a los pequeños de la casa. Es decir la tienda se preocupa de llevar el artículo al domicilio del comprador, pero no ofrece el valor añadido de retirarlo cuando ya no es necesario.
Ofrecer este tipo de servicios añadidos es fácil, diferencia a las tiendas, ofrece mejor servicio al cliente y aumenta los ingresos. Y si lo sugiriese un consultor diría que está “añadiendo valor a la compra del cliente” que siempre queda mejor.
Feliz Año Nuevo
y que las ventas del 2006 sean mejores que las de este año
Etiquetas Technorati tiendas comerciantes comercio tradicional floristería servicios valor añadido
El Ayuntamiento de la ciudad donde vivo ha instalado “centros de recepción” donde recoge los árboles para llevarlos a una planta de compostaje. Pero los usuarios debemos acarrearlos hasta allí. Algo que, como cada año, significa desmontar los asientos del automóvil, poner plásticos para no ensuciarlo, cargar con él, transportarlo, descargarlo vigilando no pincharse con las hojas .... Y hacerlo en los días previstos para la recogida, y en el horario fijado.
Se trata de pequeñas incomodidades, pero cuando se tiene la agenda llena por el trabajo, los niños o los amigos, puede suponer un engorro. En mi caso estaría dispuesto a pagar una cantidad razonable para que alguien viniese a mi casa y se lo llevase.
Lo curioso es que el árbol lo compré en una floristería, que me lo trajo a casa y me lo puso en su sitio. Incluso hubiese podido pedir que me lo trajeran adornado, pero eso hubiese privado de diversión a los pequeños de la casa. Es decir la tienda se preocupa de llevar el artículo al domicilio del comprador, pero no ofrece el valor añadido de retirarlo cuando ya no es necesario.
Ofrecer este tipo de servicios añadidos es fácil, diferencia a las tiendas, ofrece mejor servicio al cliente y aumenta los ingresos. Y si lo sugiriese un consultor diría que está “añadiendo valor a la compra del cliente” que siempre queda mejor.
Feliz Año Nuevo
y que las ventas del 2006 sean mejores que las de este año
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