sábado, diciembre 31, 2005

Añada valor a sus ventas

En casa tenemos un Árbol de Navidad que, lamentablemente, está destinado al compostaje.

El Ayuntamiento de la ciudad donde vivo ha instalado “centros de recepción” donde recoge los árboles para llevarlos a una planta de compostaje. Pero los usuarios debemos acarrearlos hasta allí. Algo que, como cada año, significa desmontar los asientos del automóvil, poner plásticos para no ensuciarlo, cargar con él, transportarlo, descargarlo vigilando no pincharse con las hojas .... Y hacerlo en los días previstos para la recogida, y en el horario fijado.

Se trata de pequeñas incomodidades, pero cuando se tiene la agenda llena por el trabajo, los niños o los amigos, puede suponer un engorro. En mi caso estaría dispuesto a pagar una cantidad razonable para que alguien viniese a mi casa y se lo llevase.

Lo curioso es que el árbol lo compré en una floristería, que me lo trajo a casa y me lo puso en su sitio. Incluso hubiese podido pedir que me lo trajeran adornado, pero eso hubiese privado de diversión a los pequeños de la casa. Es decir la tienda se preocupa de llevar el artículo al domicilio del comprador, pero no ofrece el valor añadido de retirarlo cuando ya no es necesario.

Ofrecer este tipo de servicios añadidos es fácil, diferencia a las tiendas, ofrece mejor servicio al cliente y aumenta los ingresos. Y si lo sugiriese un consultor diría que está “añadiendo valor a la compra del cliente” que siempre queda mejor.


Feliz Año Nuevo

y que las ventas del 2006 sean mejores que las de este año


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jueves, diciembre 29, 2005

Póngase, literalmente, en el lugar de su cliente

¿Que siente un cliente que entra en su tienda? ¿Cómo le trata su personal? ¿Encuentra lo que desea? ¿Se siente cómodo? ¿El servicio es el adecuado?...

Las grandes empresas de distribución responden a estas preguntas utilizando, entre otros métodos, el del “cliente misterioso” (
mystery shopping ): Contratan a especialistas que acuden a sus establecimientos haciéndose pasar por clientes.

Estos expertos analizan el comportamiento y actitud de los empleados, la distribución de los productos, la información recibida, etc. El análisis es siempre anónimo, el “comprador misterioso” no se da a conocer, y a menudo acaba comprando artículos para tener una visión completa de la experiencia de compra en la tienda.

Los pequeños comercios también pueden utilizar esta técnica. Y sería conveniente que lo hiciesen, pues a menudo los comerciantes tienen una visión sesgada de lo que los clientes perciben. Para obtener este tipo de información se puede acudir a empresas especializadas (consultar en
google ), aunque también hay entidades que ofrecen estos servicios ( por ejemplo la Cámara de Comercio de Valencia, en España).

Y conviene tener presente un método más sencillo, y muy práctico cuando el comerciante no está presente en la tienda: Enviar a un conocido a que haga esa visita. Los resultados no serán tan sofisticados como cuando lo realiza un profesional, pero seguramente le mostrará una nueva visión de como se percibe su negocio, y que aspectos de él tiene que mejorar.

Y si el comerciante siempre está en la tienda, como es lo más frecuente, puede pedirle a un conocido que envíe a una tercera persona que le sea desconocida. El resultado será el mismo.

Haga la prueba y conocerá de primera mano lo que sus clientes piensan de usted..



Autor de la ilustración: SimSullen bajo licencia Creative Commons

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miércoles, diciembre 21, 2005

Escaparates sin precios: Ilegal y erróneo

Estos días estoy espaciando mis comentarios. Las fiestas, nuevas responsabilidades en el trabajo y otros asuntos me están impidiendo escribir con la frecuencia deseada. Espero que sea coyuntural.


Las dos fotografías de escaparates de este comentario han sido tomadas en tiendas separadas por metros.















En una se indican con claridad los precios. En la otra no.

La falta de precios en los productos es ilegal en España. Pero también es una práctica demasiado frecuente en el pequeño comercio. Un error que no acostumbra a cometer la gran distribución.

¿Ocultar los precios es beneficioso para el comerciante? Parece que hay sectores enteros (como la joyería ) que creen que si. Para ellos la falta del precio en los escaparates es un aliciente para que el cliente entre en la tienda.

En mi opinión, no solo están incumpliendo la Ley, sino que están equivocados.

Los consumidores no son ignorantes. Conocen sus derechos, y a menudo entienden las características de lo que desean adquirir mejor que el propio vendedor. (Google lo pone bastante fácil). Para estas personas la falta de precios en el escaparate es una señal de que el vendedor le está ocultando algo, y que por tanto no es de fiar.

Y qué decir de la extraña costumbre de tantas joyerías y relojerías españolas de poner la etiqueta del precio.... con el reverso hacía arriba, ocultando ese valioso y estratégico dato: el precio....

Pienso que los comerciantes que actúan de esta forma no tienen presente las enseñanzas de la psicología de ventas ni del marketing: La primera impresión, incluso subconsciente, tiene un peso decisivo en la decisión de compra. Cuando un cliente observa que le ocultan el precio, dudo que su primera impresión sea la de encontrarse frente a un vendedor honesto.


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miércoles, diciembre 14, 2005

Razones para ayudar a las tiendas rurales

Recupero una noticia de Agosto: El Principado de Asturias ( Comunidad autónoma de España) promoverá el pequeño comercio rural, con subvenciones, formación, ayudas para crear asociaciones, etc.

Lo significativo son las razones por las que se apoya a las tiendas de los pueblos y pequeños núcleos rurales: Aumentar la población, crear empleo, fomentar el asociacionismo, ayudar al desarrollo de las zonas rurales y mejorar su calidad de vida.

Encontrado en: La Nueva España
Copia del documento en: De Tiendas – Documentos

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martes, diciembre 06, 2005

La mala educación no vende

Estos días, de compras navideñas, he acudido a varias tiendas y entre otras cosas, me ha sucedido que:

Entro en una tienda y saludo, la vendedora me mira y no responde. Al cabo de un rato salgo y me despido, tampoco me hace caso. Lo mismo se repite en otras dos tiendas.

Estoy en una tienda de alimentación. El vendedor, y probablemente propietario del comercio, está hablando con otra persona a quién le explica lo difícil que está el negocio. Mientras tanto una cliente está esperando, con su compra en la mano, a que el vendedor acuda a cobrarle. La espera se prolonga dos o tres minutos hasta que el vendedor se acerca a cobrar. El vendedor no se disculpa por la demora.

Pago una compra, el vendedor está hablando por teléfono y me atiende sin dejar de hablar. Cuando marcho aún continúa hablando. No me ha dirigido la palabra.


Situaciones de este tipo se están dando demasiado. Ayer mismo, en “
El País , Victoria Comba explicaba que “Una amiga mía fue a repostar gasolina en un pueblo de la Costa Brava (Cataluña - España). Cuando pidió al chico que la ayudara, éste le dijo: "Sírvase usted misma, no se crea que esto es como en las épocas de Franco, en que éramos sus servidores".”

Estoy hablando de la “mala educación”. Un comportamiento que, si no se suprime, puede llevar al fracaso a más de una tienda, y colaborar en el desprestigio del sector al neutralizar algunas de las ventajas competitivas del pequeño comercio, la cercanía al cliente, la mayor facilidad para informar y asesorarlo, la afabilidad...

El consumidor perdona menos este comportamiento en las tiendas que en la gran distribución. Asume que un vendedor de un hipermercado es un asalariado, y que su desprecio hacia los clientes puede ser algo personal, ajeno a los intereses de la empresa a la que representa. Sin embargo cuando el que le ofende es un vendedor de una tienda, el cliente desconoce si se trata de un empleado o del mismo comerciante. Y en todo caso, asumirá que dado el pequeño número de empleados, es obligación del comerciante asegurarse del comportamiento de sus colaboradores.

El resultado es sencillo: Mala educación equivale a perder clientes.

Algo que en
Abercrombie & Fitch, ya han aprendido: Su presidente, Bob Singer, explicaba hace unos meses que "Saludar y relacionarse con el consumidor es fundamental", y "Nuestra estrategia no es crear un ambiente de gente comercial, sino de amistad".


Encontrado en: The Wall Street Journal en español ( enlace no disponible)
Copia del documento en:
De tiendas - Documentos
Artículo extendido, en inglés, en:
The Wall Street Journal (Enlace en inglés).

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domingo, diciembre 04, 2005

Los precios acabados en 99 funcionan


Un estudio de la Universidad de Nueva York de Febrero del 2004 confirmó que los precios que acaban en 99, (por ejemplo 2,99 € o 199 € ) influyen realmente en el consumidor, provocando que un pequeño cambio en el precio afecte mucho a las ventas.

La causa de este comportamiento es que la mente se fija más en el primer dígito que en el resto. De forma que si pasamos de 7 € a 6,99 €, lo que acostumbraremos a recordar es el 6. Sabremos, conscientemente, que los precios son casi iguales, pero inconscientemente percibimos una diferencia superior a ese 0,01€.

¡Aún estamos a tiempo de cambiar los precios para la campaña de Navidad!


Estudio Original: “The left digit effect in price cognition
Autores:
Manoj ThomasVicki Morwitz
Autor de la ilustración: Equality, en Vegan Activist

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viernes, diciembre 02, 2005

Aumentarán las ventas de joyería masculina

La joyería masculina prevé aumentar sus ventas en EE.UU.

De ser un símbolo de marginalidad, asociado a bandas y raperos, las joyas masculinas están siendo adoptadas de forma creciente por las nuevas generaciones, hasta suponer el 10% de las ventas de joyería fina en el 2004.

Aunque este tipo de joyas tienen una mayor tradición en los países latinos, es de esperar que esta tendencia también se dé en nuestros países.

Encontrado en:
Wall Street Journal en español
Copia del documento en:
De tiendas - Documentos .

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